sábado, 8 de enero de 2022

EL GRAN BAILE EN SUEÑOS

 



Me encontraba del otro lado de la isla, mis nervios a flor de `piel no me quería perder por nada del mundo el gran baile de nuestro gran anfitrión, Dulce, nuestro caballero seductor que siempre nos deja a las puertas del placer solo con mirarnos.


Ya vestida con mi traje de luces con un insinuante escote de inspiración exquisita, para ser lucido en el baile, entre el champam y el brillo enardecido que brotaría  en su noche de fin de año, dejando a las máscaras el secreto de un beso o de una caricia inesperada.


Pero cayó una tormenta y no había medio de cómo regresar el barco que me recogiera, y el servicio del barco nunca llegó. La noche sin luna, a oscuras de un ruido fantasmal por cada caída de gotas sobre mi cuerpo, hacía enloquecerme de rabia y de tristeza, al presentir que no podría asistir a la cita de fin de año para reencontrarme con nuestro caballero.


Resignada busco refugio y me recosté sobre la arena en un rincón de lleno de palmeras para cubrirme un poco de la lluvia, comprendía que al menos en unas horas nadie vendría.


Caí un profundo sueño, viajé al gran salón sus lámparas colgaba lágrimas de oro hueco que lucía una luz muy especial, los invitados cada uno con sus máscaras hacía del ambiente un sitio fantástico. Yo seguía observando con mi traje y mi máscara y así poder jugar a la seducción. Abría las puertas cada una de las habitaciones a ver si me encontraba con el seductor de mis sueños, pero me desperté, y a mi lado estaba el caballero seductor dibujando con sus dedos mis labios y tomada por la cintura me dio beso profundo, largo y luego me susurró al oído quieres jugar y le dije si, al placer.





©Beatriz Martín

08/01/2022


Mi buen amigo y poeta Dulce todos los años nos invita a un gran baile, solo que yo he llegado tarde.

D: Estaré fuera de las redes, mientras me preparo para presentar un examen, disculpen si por ahora no me paso. Un gran a brazo a todos desde mi brillo del mar