El
sol se oculta, la neblina se pasea por mi estancia, una lluvia de
sensaciones y pasajes rodean mi alma, rodean mi piel y va brotando
ternuras placenteras, pero también tempestad de soledades, que
desaniman mis ganas y la ilusión del nuevo abrazo que encienda el
verso con una pluma de líneas gruesas de ardientes deseos, de
perfumes de antaño.
El sonido del agua que corre por los acantilados me hace reposar, hacinada, me resigno a que inevitablemente corran las lágrimas, añorando el dulce recuerdo. La expresión tímida de mi rostro descubre un océano de soledad, en la intimidad de mi ser con una lucidez pasmosa, que hiere mis sentidos.
En instantes un rendija a lo lejos me observa, con su vestuario de luz y susurra, no te detengas es la neblina que está muy espesa y saca tu dolor, pero esa no es tu esencia, tu esencia es el amor, la sonrisa y la ilusión, regresa.
©Beatriz Martín
09/11/2021