INSPIRACIÓN
(Autor: Marcelo Pacheco)
Cuando los latidos abren un portal hacia la poesía,
siento el poder de las rimas que se vuelven versos:
ese mundo que no sabe de falsedades ni hipocresía,
ese aire que la fibra del poeta respira muy intenso.
Las ideas vuelan por el aire como mariposas libres,
y mis pensamientos se visten de esa etérea belleza:
las secuestro para liberarlas en lo que se escribe…
la esencia de lo que soy en esas líneas se muestra.
Las palabras se dibujan sobre un fortuito papel,
como un flujo que derrama sangre en ese boceto,
que con sus trazos sinceros retratan todo mi ser,
expresando todo lo que profundamente siento.
Es un autorretrato bosquejado por mis sueños,
es un universo pincelado por ese nuevo florecer:
renazco en cada estrofa que escribo en silencio…
las ideas flotan sobre un cielo sediento de saber.
Cada palpitación en esa hoja voy transcribiendo,
y de la nada voy pintando un poco de lo que soy:
siento la satisfacción de dar a luz estos sonetos,
siento ese inmenso poder divino de la creación.
Es un momento mágico e intensamente placentero
cuando brota en cada sílaba lo que llevo en mi interior:
es un refugio de luz donde me alimento y me protejo
de la monotonía cotidiana que adormece al corazón.
La rutina diaria escarcha hasta los sentimientos,
y mi cerebro batalla contra ese frío ventarrón,
que congela y da vida a todos los ocultos miedos…
ese hielo al que esquivo por su gélida acción.
Las musas seducen a ese oscuro enfriamiento,
y en la boca de los versos expelen su fulgor,
que transita por mis arterias y van tejiendo
las palabras que estructuran esta composición.
Así nace este poema: como un lirio en invierno
que, pese al crudo hielo, entrega de sí lo mejor;
va tiñendo de colores ese témpano interno…
que se descongela en ésta cálida inspiración.
Marcelo gracias por este bello regalo