Una Escapada
El brillo del mar me despertó con cantos de alegrías porque venía de vivir y disfrutar los sueños de mi Dulce Amado en su lecho, y quería que le diera una sorpresa.
Tenía aún los ojos muy pegaditos , sin querer abrirlos, me tapaba con mi almohada de plumas sobre mi rostro, para no escuchar a mi Brillo no quería despertar de una escena fantástica donde mi Dulce Amado me recitaba bellos Sonetos de amor mientras me daba besos tiernos en mi rostro uufffff. Y el calorcito de mis sábanas impedían que escuchara al Brillo del mar.
Finalmente me desperté, salí al balcón para saludar el amanecer, me tomé un café y me luego me dispuse a salir con todos, mi Brillo, mi espuma de mar, las estrellitas de mar y nuestro carruaje la suave brisa.
Fuimos a comprar al pueblo más próximo primero entré en una librería para comprar un pergamino muy especial quería plasmar bellas letras de encantos y fantasías, luego entramos en una pequeña bodega acogedora escogí el mejor Champans de la cosecha, y el brillo me llevó exaltado a una boutique de lencería decorada de encajes y perlas, seleccioné las mejores prendas interior más sensuales de color de perla y mar que a mi enamorado lo enloquecen.
Regresamos, me di un baño exquisito de mar ya lo conocen, sus algas marinas me ponen la piel tersa y me humedecen dejándomela hidratada y brillante saben que habrá un festín especial.
Plasmé letras de ardiente pasión mezcladas con la dulzura de mi amor.
Llegué al Mirador del Mar él aún dormía y yo en silencio entré en sus sábanas y dulcemente me acerque a su cuello y susurrarle “amor no sueñes más en la distancia tu Bella ha llegado para derramar locuras de amor sin final”. Mi Bello despertó y en silencio me fundió dentro de sí.
Beatriz
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