sábado, 23 de junio de 2012

RELATOS...EL GALAN DEL VESUBIO ... CAPITULO II





Bruno regresa a la oficina y Antonella queda desconsolada por no saber de Piero, no sabía qué hacer, si  ir a su  casa y  optó por esperar su llamada, no se despegó del teléfono , ni de la ventana  en   toda la tarde, sus lágrimas corrían por su rostro.  Ella pierde la mirada hasta el final de la calle por si reconocía la  silueta de  su  dulce Amado, su corazón le decía que estaba con otra, sabía de sus líos de faldas, pero su mente le decía debe estar triste igual que ella, seguro vendrá y me llamará.

Sonó el teléfono, su corazón empezó a latir como potro salvaje,  corrió a la sala con emoción, como una adolecente pone una dulce voz:

 - ¡Hola!, …. Y del otro lado de otro del teléfono  con voz ronca…  

– ¿Como está mi bambina?... ¡rayos y centellas!,.  Antonella, sintió que el corazón cayó al suelo y la desazón fue enorme y dice:
 – ¡Dime Mamá, qué quieres!,  la voz se había convertido en terminator , para qué me llamas ahora no puedo hablar contigo estoy muy ocupada,  Antonella quería dejar el teléfono libre por si Piero llama.
 - No quiero nada, solo quería saber de ti , ¿qué te pasa?.
 -  No me pasa nada Mamma, solo que ahora estoy muy liada, mi Bru, me pidió que le  ordenara unos papeles de su despacho no quiero que llegue y no esté listo, solo eso
- No te creo, conozco esa voz,  a ti te pasa algo y me vas a decir  qué es  ahora mismo.
-¡Mamma déjame en paz! , siempre viendo fantasmas donde no los hay , no me pasa  nada, así  que hablamos luego te parece.
- Bueno mi bambina ya me lo contaras, chao y que Dios te cuide
- No hay nada que contar, ya te dije,  quédate tranquila, así que chao Mamma. 

Así terminó su tarde llena de tristeza, en la ventana, sin ni si quiera imaginar que su Piero disfrutaba gozosamente de su vecina, olvidándose de su dulce Antonella.




Llegó el fin de semana y como todos los sábados, Pina observa desde el portal, sabe que Piero está a punto de llegar para su cita, con Georgina del 4to B, ella espera, que  Piero le regale una flor.  Pina en su interior suspira por él y sueña,  que algún día le regalará un beso apasionado, de esos que siempre observa a escondidas y sin darse cuenta se empieza a estremecer todo su cuerpo imaginando a su Bambino entre sus brazos.

Georgina, de 35 años soltera, alta, delgada, de ojos avellanados, cabellos largos, con un lunar pequeño al borde de los labios gruesos y unos senos duros y redondos que enloquecen cualquier hijo de vecino.

No tiene muy buena fama dicen, los que la conocen, que le gusta más  una cama que  un bizcocho, sin embargo su Piero, el Galan del Vesubio, es su  preferido y en el fondo está locamente enamorada de  sus versos que  la hace gemir y estremecer hasta dejarla extasiada.

Efectivamente, llegó Piero con dos flores en la mano  una blanca para su Pina y otra roja para su Georgina, Pina de inmediato se adelantó para abrir el garaje, para que Antonella no lo vea, ya Piero estaba en la puerta y con un beso en el cachete casi al borde de los labios, saluda a Pina le entrega la flor blanca.

- ¡Apresúrate! mi Bambino, no debes dejarte ver por Antonella
- Mi Pina no te preocupes, hoy es sábado estarán en la piscina del Club,
- No,  no han salido, así que corre que no te vean.
 y Piero con un guiño, se despide de  Pina.

Georgina ya está preparada,  le abre la puerta con un camisón de seda negro y escote anunciando la divina velada. Ella abre la puerta sin mediar palabras le impregna un beso profundo dejando un susurro al oído -¡amore mio!, que bien hueles y tomándolo de la  mano lo lleva al alcoba.

El empieza con sus dedos a dibujar su cuerpo , muy tiernamente, mientras la besa por el cuello y boca, va derramando en ella, humedad, para  empezar a jugar y seducirla,  ella se va rindiendo al olor de su piel ,disfrutando de cada palabra y cada besos, sus cuerpos aprisionados y  sudorosos, que entre jadeo y jadeo susurran palabras excitantes de gozo, donde ambos besan sus corazones, regando sus jardines de rica sabia,  logrando acelerar el ritmo de sus  pulsaciones, bañándose de placer el  uno al  otro, tatuándose dulcemente versos en la piel, de una gloriosa melodía de fulgor y amor encendido, que  el ambiente exquisitolos acompaña dando el toque mágico mientras hacían el amor con todas las fuerzas profundas que sus letras claman.

Al anochecer ya la luna comenzaba a cantar y envidiar a Georgina y a Piero, por el festín dulce y salvaje que han dado en este sábado glorioso  y los dos terminaron, para volver a empezar de nuevo, que entre miradas cómplices gritaban un ¡te quiero!.    

Continuará…

( los que no han leído el primer capítulo, está en la etiqueta de Relatos del Galán del Vesubio )



2 comentarios:

  1. El Piero se está pareciendo cada día más, a uno que yo cocozco...continuo a la espera de tu próxima entrega, eso promete y mucho...un besote preciosa.

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    1. jajajaja amiguito si uno que vive en las montañas escribiendo relatos que hace reir a la gente no te suena? hay varios por ahi jajaja, un abrazo, con cariño desde mi Brllo del mar

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